Qué es un plan de mantenimiento preventivo. 8 pasos para que sea un éxito.

Un buen Plan de Mantenimiento Preventivo es el que incluye todos los activos esenciales para la producción empresarial, los técnicos encargados del mantenimiento y el stock de recambios y repuestos. Con toda esta información se programa un calendario de mantenimiento que interfiera lo mínimo en el proceso productivo, se gestionan las órdenes de trabajo y se procuran los recambios suficientes para que el mantenimiento preventivo sea un éxito.

Las averías y paradas no programadas son el día a día de las empresas que solo realizan mantenimiento correctivo a todos sus activos. Esta decisión empresarial aumenta los costes de producción, reduce la fiabilidad y la vida útil de los equipos y perjudica la imagen de la compañía por incumplimiento de fechas de entrega del producto.

El Mantenimiento Preventivo ha demostrado su eficacia cuando se aplica a todos los activos básicos para el buen funcionamiento empresarial. Es un método que se basa en la revisión y sustitución de los componentes que puedan sufrir desgaste antes de llegar a una situación crítica que pueda derivar en una avería.

Según los expertos, el diseño de un Plan de Mantenimiento Preventivo eficaz debe seguir unos pasos determinados para hacer la reconversión del mantenimiento correctivo al preventivo de manera exitosa.

 

Cómo diseñar un Plan de Mantenimiento Preventivo eficaz

En primer lugar debes definir las áreas y los activos prioritarios. Una vez identificados, deberás desgranar la secuencia de actividades que se llevarán a cabo en cada activo cuando se inicien los trabajos de mantenimiento. Y en tercer lugar, decide qué activos se reservan a outsourcing de mantenimiento según sus características. 

Para elaborar un Plan de Mantenimiento Preventivo se recomienda seguir la siguiente secuencia de acciones:

1. Inspección de todos los activos y las instalaciones y elaboración de un informe de situación, identificando los problemas recurrentes en cada activo si fuera el caso.

2. Definición de la secuencia de tareas a realizar en cada activo. Cuanto más explícitas sean, más autonomía tendrá el técnico de mantenimiento a la hora de realizar su trabajo. De esta manera se asegura el cumplimiento de los estándares de calidad.

3. Elección de los técnicos adecuados para cada tarea en función de cada especialización.

4. Gestión de recambios y materiales necesarios. La gestión adecuada de los repuestos nos ayudará a:

a) Facilitar el trabajo del operario, ya que dispondrá de las piezas necesarias antes de iniciar la tarea

b) Evitar la inmovilización de demasiados repuestos en el almacén

c) Evitar paradas o aplazamientos de las tareas por falta de repuestos

 

 

5. Elaboración de un calendario de mantenimiento personalizado para cada activo y posteriormente, para la totalidad de activos destinados a mantenimiento preventivo.

La programación es fundamental para realizar las tareas con la frecuencia adecuada y coordinarse con el Departamento de Producción, haciendo un calendario flexible que se adapte a las necesidades de la empresa.

6. Sincronización de las órdenes de trabajo (OT), los técnicos y la gestión de repuestos en función del calendario.

7. Programación y seguimiento de las órdenes de trabajo. El cumplimiento de las OT es la garantía del éxito de todo el Plan de Mantenimiento Preventivo.

8. Recopilación de datos y seguimiento. Gracias a la experiencia acumulada podremos implementar pequeñas mejoras y valorar su éxito o fracaso.

 

Gestionar todo el Plan de Mantenimiento con el GMAO Suited Keep

La elaboración y la gestión posterior de un Plan de Mantenimiento Preventivo exigen una coordinación que puede ser extenuante si no se cuenta con la ayuda de un software GMAO.

Con el GMAO Suited Keep tendrás el control absoluto a tiempo real del Plan de Mantenimiento general de la empresa, con las tareas programadas para cada activo, el personal asignado a las mismas y el estado de ejecución de las diferentes OT.

Además podrás valorar los resultados del Plan de Mantenimiento Preventivo gracias a las métricas que te proporcionan los KPI. Con los datos en la mano podrás tomar las decisiones más acertadas para realizar los ajustes destinados a mejorar el rendimiento de los activos y evaluar sus resultados.

 

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